El barrio Azcuénaga de Rosario fue escenario de momentos de tensión el pasado domingo por la tarde, cuando un perro pitbull se escapó de su casa y comenzó a atacar a los vecinos en la calle Liniers al 1000. La situación se volvió desesperante para quienes fueron blanco de los ataques, y cinco personas tuvieron que ser atendidas en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez debido a las heridas sufridas en las piernas.

Un policía de la ciudad, que se encontraba de civil, presenció los peligrosos ataques del animal y tomó la decisión de intervenir para proteger a los vecinos. El subinspector frenó su auto y utilizó su arma reglamentaria para disparar al pitbull en el estómago, logrando detenerlo y evitar más agresiones. Los especialistas en comportamiento animal indican que el pitbull actuó por temor y miedo, lo que pudo haber desencadenado su agresividad. Tras el incidente, el perro fue trasladado a una clínica veterinaria para recibir atención médica.

Según informó Daniel Ojeda, titular de la Sección Ecológica de la Policía Comunitaria, el pitbull tenía una chapita en su collar con un número telefónico, pero al intentar comunicarse con los dueños, no obtuvieron respuesta. Se cree que el animal se escapó de su hogar y que los dueños no están al tanto de lo sucedido. Hasta el momento, el policía de civil que intervino no ha sido detenido ni se le formuló una causa penal por lesionar al animal, y se le devolvió su arma reglamentaria.

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